En el servicio militar se forman los futuros asesinos y torturadores al servicio del Estado. Los ejércitos nunca defienden a la población, lo que defienden son los intereses de los grupos de poder político-económico. Ellos organizan las guerras para tener más poder, ellos necesitan invadir los territorios de comunidades para extraer lo que convertirán en “recursos”; y quieren que nos manchemos de sangre, matándonos entre nosotr@s, por ellos.
El patriotismo es un engaño masivo para justificar la represión, la xenofobia y las guerras. Inventan enemigos para que no reconozcas que los explotadores y opresores se encuentran, también, dentro de “tu propio país” y para dividir las resistencias de quienes luchan contra ellos en todo el mundo.
Su educación está basada en el autoritarismo y la obediencia ciega a la autoridad. No quieren que pienses, quieren que obedezcas. Buscan que el “mando-obediencia” se plantee como la forma más eficiente de organizar la vida (se reproduce en nuestros hogares, escuelas y trabajo que también son instituciones de control social).
Nos parecen insultantes los millonarios gastos militares en armamento bélico. Pero no esperamos nada positivo de la administración económica del Estado (para el capitalismo todo y todos somos vistos como recursos comerciables en nombre del Progre$o, la Nazión, etc.).
Contra el Militarismo y toda forma de obligatoriedad y servidumbre. Sea “obligatorio” o “voluntario”, “discriminatorio” o “inclusivo”, el Servicio Militar y los ejércitos están diseñados para controlar a la población mediante la violencia autoritaria y el terrorismo legal del Estado.
Texto repartido en formato de volante en la ciudad de Lima.